Oct 24, 2016 7:53 pm
Publicado en: Opinión
Cristina Carbonell: La semilla del bambú
La
semilla del bambú tarda siete años para brotar a la superficie, si
durante ese tiempo el cultivador pierde su paciencia y la deja de abonar
y regar, el bambú lamentablemente muere. Pero luego de esos siete años,
si se tiene la constancia y dedicación, el bambú puede crecer hasta 30
metros en solo seis semanas.
Muchas veces somos el cultivador
impaciente y el bambú son nuestros sueños. Llega un momento que perdemos
la esperanza y simplemente abandonamos esa semilla sin saber si ya
estaría a punto de brotar. Durante esos siete años el bambú desarrolla
raíces fuertes, también esto ocurre con nuestros sueños.
Durante este periodo de tiempo, la
vida se encarga de enseñarnos lo necesario para nuestra verdadera
cosecha. Nos coloca en los lugares perfectos para desarrollar
habilidades y aprender sobre todo de los fracasos y las perdidas. Pero
si seguimos adelante, con buena actitud ante la vida y abonando y
regando nuestros sueños, de seguro que cuando broten crecerán como el
bambú.
Además con una cualidad el bambú con
raíces tan fuertes es capaz de soportar poderosas tormentas. Esta es la
historia de una mujer que admiro muchísimo; madre de tres chamos, se
ganaba la vida limpiando casas y con cualquier otro empleo ocasional,
durante muchos años soñó con hacer algo diferente y empezó a prepararse
con el poco dinero que podía guardar para pagar sus estudios en una
academia de estética integral. No fue sencillo; muchas veces se vio
tentada abandonar por el alto costo de los materiales, no tenía dinero
para comer o muchas veces transportarse; pero siguió adelante. Durante
todo ese tiempo, empezó buscar personas que en su área eran las más
reconocidas y las seguía por las redes sociales. Finalizando su carrera,
colgó en instagram un anuncio sobre los servicios que prestaría. Lo
hizo un poco desanimada, muchas de sus colegas ya graduadas no tenían
empleo, ni clientes y la situación del país no ayudaba me decía; su
sorpresa fue que la mejor esteticista del país conectó con su anuncio y
empezaron a relacionarse. El día de la defensa de tesis; cual fue su
mayor sorpresa, su modelo fue esta gran mujer, a terminar la
presentación le dijo; “Me haz dado uno de los mejores masajes, te quiero
en mi equipo. Ya para el día de hoy, mi clienta está trabajando en el
mejor spa de Caracas, y con la persona que ella soñaba conocer alguna
vez. Su sueño empieza a brotar.
Muchas veces desistimos, sin darnos
cuenta que estamos a punto de lograr nuestros sueños. Tengamos
constancia, abracemos esa semilla de bambú en nuestro interior, abonemos
y reguemos el tiempo que sea necesario. Disfrutemos del camino, vivamos
las caídas y las equivocaciones con amor. Nuestra semilla seguramente
está a punto de empezar a crecer.
Cristina Carbonell
Directora de Escuela de Inteligencia Espiritual
“Brújula Interna”
@brujulainterna
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